Compartir lo que contiene nuestra mente, nuestras pasiones, fantasías, miedos, es en definitiva compartir perspectivas de un mismo objeto que vemos, pensamos, vivimos desde lugares diferentes. La sabiduría está en reconocer que la perspectiva, de ninguna manera modifica al objeto. Seguramente compartir nuestras perspectivas nos llevará a percibir otras dimensiones de algo, y cuando ese algo es el sexo terminamos por enriquecernos.
A veces es bueno despojarnos de la vergüenza y abrirnos al otro y a sus pensamientos, y aceptar que muchas veces no es el mundo lo que está de cabeza.
4 comentarios:
pero sólo puede ser si esa persona merece nuestra plena confianza...
me gusta esta reflexion y no puede ser más certera...
no tengo verguenza pero hace falta estar con alquien que tampoco tiene verguenza para que la comunicacion sea fluida y caliente...
Coincido con vos, POEM, en que es necesaria una paridad para que se puedan construir puentes.
Besos
Vaya tema el que expones en tu post, sin duda alguna el matrimonio es en cierta forma algo complicado si no hay esa binculación de sentimientos y comunicaciones, y claro está que aunque el sexo no es la base principal de una relación, si la hace substancial, cómplice, placentera y se crea esa picardía en la pareja que se vuelve complicidad y pasión por probar muchas cosas. símplemente la construcción es de ambos haciéndose uno solo.
Vaya que me ha gustado este post, besitos
ja
pero los tríos pués
molan
tanto los de 2 hombres con una mujer o 2 mujeres con un hombre
3 besos
Publicar un comentario