
Vemos la vida, pero no siempre con nuestros propios ojos. Nos han criado en una enorme habitación de paredes muy altas y con poca luz. Vivimos mayormente pendientes de lo que nos rodea casi sin comprenderlo, como si eso debiese, de alguna manera prosáica, ser nuestra felicidad, y en el trance hipnótico inducido por la cantidad de parámetros que nos han impuesto, solemos perdernos a nosotros mismos. Nos pensamos a nosotros mismos llenos, completos pero en lo profundo nos sentimos imposibilitados, lisiados, incompletos, desdibujados. Acompañados solamente por nuestras angustias y represiones.
Cuando te miras en el espejo...
...¿Que ves?
1 comentario:
Voy a seguir tu blog, para conocerte.
Publicar un comentario