-- Dios es el tiempo y el universo, la creación.
-- Dios es el tiempo.
-- Dios es amor.
--El amor es intrínseco del ser humano, de su no razón, y de las bestias que de él aprenden. El hombre creó a Dios a su imagen y semejanza, le llamó "padre" porque el hombre no puede ser huérfano, el ser humano no puede aceptar morir, ni vivr en la soledad absoluta, necesita quien lo cuide, quien vele por él, necesita a quien culpar o a quien recurrir cuando ya no hay a qué recurrir. Porque la soledad y la muerte no son aceptados naturalmente sino a través de la resignación, el cansancio, el abandono del animal por la lucha para vivir, sobrevivir... Transcurrir. Dios es impermeable a toda súplica porque no ve ni escucha, el hombre en su desesperación dedujo a Dios como la solución a su levedad, la culpa de su desgracia, mientras Él mueve el universo y permite que todo lo que deba ser, sea. Es el aristotélico primer motor, tan inmóvil como omnipresente. La vida, los sentimientos y la muerte son la representación de la desesperada brevedad del ser humano, ajeno a toda divinidad. Dios no es justo, es eterno e imparable. Dios es el tiempo, ese que podemos desperdiciar o aprovechar para encontrar en él ese breve espacio que llamamos felicidad.
Texto y fotografía: Javier A. Bence
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