Más allá del cuerpo, del placer, más allá de la mente, de la pasión, donde las ténues fibras del alma se tocan suavemente con el universo, se halla el amor. Éste es el tesoro para aquellos pocos, que más allá de toda probabilidad, más allá de toda lógica, se atreven a amar incondicionalmente, incluso, más allá de la muerte.
Con ésta humilde reflexión, hoy hago un breve corte en la tela del erotismo, ésta que he pretenciosamente tejido aquí...
Me obsequio un leve espacio, una licencia del encaje y el labial, del vino y la seda, para sentir desde lo más profundo, desde donde nace el alma, la gratitud que solo un padre que vé nacer a un hijo pede sentir.
Recuerdo ahora ese amor blanco, albo y puro, estoy limpio, soy liviano... Soy feliz.
Bienvenida, hija mía!
5 comentarios:
El amor, el amor es lo más grande, cuando es como tu dices nacido del alma; ese amor que te llena que sientes que sale porque no cabe ya dentro de ti la felicidad de sentirlo, porque el amor cuando es pleno se transmite a los demás en una mirada, en una sonrisa, en un roce.
Me alegro mucho, muchisimo y ese amor se que nunca morirá en ti
Un gran beso
para mi el único amor
el sublime
muy bonito tu escrito!!!
felicidades! Has recibido el don del único amor verdadero entre las personas, entre los hombres y las mujeres. Tenés ahí una mujer que nunca dejará de amarte y necesitarte, y ella tiene al hombre que nunca va abandonarla; en qué momento de tu vida (o de la mía) pudimos imaginar semejante utopía??.
Yo estoy esperando a mi propio hijo, y estoy feliz. Así que comprendo tu felicidad absoluta; y me alegro mucho.
Saludos!
enhorabuena¡¡¡¡ creo que hay pocos momentos en la vida en los que la felicidad se ve colmada y ese debe ser uno de ellos,aun no lo vivi...asi que disfrutalo,pero no nos abandones jejeje
muakusssss
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